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Diferencias entre una mala y una buena ventana: el aislamiento acústico

Diferencias entre una mala y una buena ventana: el aislamiento acústico

07/26/2019

Ya os hemos contado que las ventanas son el elemento más débil de una vivienda si hablamos de aislamiento acústico, porque están en contacto directo con el exterior. Por eso, es importante que a la hora de cambiarlas optemos por unas que aporten atenuación acústica a la vivienda. El aislamiento acústico de una ventana es su capacidad para contrarrestar las fuentes de ruido que provienen del exterior. El parámetro que lo caracteriza se denomina “R”, se mide en decibelios (dB) y depende sobre todo de dos elementos: el perfil con el que esté fabricada la ventana y el vidrio que instalemos. Las ventanas hechas con perfiles Kömmerling, como las que fabricamos e instalamos en PVC3, tienen una alta capacidad de atenuación acústica, entre otros motivos por sus altas prestaciones en cuanto a permeabilidad al aire y su capacidad de alojar vidrios laminados de gran espesor, que incluyan tratamiento acústico. La permeabilidad del aire de una ventana depende de la calidad del perfil con que esté hecha. Este concepto se mide en m3/h y define la cantidad de aire que pasa a través de una puerta o una ventana cerrada. Para que pueda ofrecer un buen nivel de aislamiento acústico, una carpintería debe evitar filtraciones de aire, que es el medio por el que se transmiten las ondas sonoras. En cuanto a los aspectos del perfil de ventana que condicionan el aislamiento acústico, el principal es la forma de apertura elegida, ya que siempre son más aislantes desde el punto de vista acústico las ventanas oscilobatientes que las correderas. Así, la mejora en la reducción sonora puede ser de hasta 10 dB.

Pero, como decimos, la elección adecuada del vidrio es lo que más influye en el nivel de aislamiento acústico que tiene una carpintería. Tenéis más información sobre vidrios con tratamiento acústico en este enlace. No todos los materiales son iguales No todos los materiales reaccionan igual ante las ondas sonoras. En concreto, el PVC actúa como un amortiguador natural de éstas, por lo que resulta el ideal para mejorar el nivel de atenuación acústica en el interior de una casa. Así, los valores de aislamiento acústico calculados en ensayos sobre modelos concretos de ventanas practicables fabricadas con perfiles Kömmerling oscilan entre los 32 dB de una ventana con un vidrio 4-12-4, hasta los 45 dB con un vidrio laminar con tratamiento acústico y cámara con gas argón. Ya sabéis, si tenéis problemas de ruido en casa y necesitáis aislamiento acústico, en PVC3 sabemos cómo ayudaros.


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